La historia de Pilu, una paracaidista de Chacabuco

 

Saltando.

Dicen muchos por ahí; pero pocos son los que realmente se atreven a enfrentarse a la experiencia de saltar de un avión. Y son mucho menos, las personas que eligen seguir haciéndolo por el resto de sus vidas…

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Pilu Pagniez nos cuenta que cambio la cartera por su contenedor de paracaídas, los tacones por zapatillas y que su mejor vestido de noche se transformo es un suit o buzo de salto, junto a sus infaltables accesorios: un casco fucsia, el audible y su altímetro color violeta. Sus tardes de shopping, cine y salidas se convirtieron en el placer de estar a más de 3000 mts. de la tierra subida a un avión, para atender las palabras del piloto diciendo “estamos en final” momento exacto en que se escucha el click de las viseras en los cascos al cerrarse, junto al grito eufórico y emocionante de los paracaidistas que esperan felices la palabra “Puerta”, palabra que dicha por el piloto es mágica ya que te da el permiso de llevar tu cuerpo volar, ese increíble momento, que jamás puedas vivir y sentir en ninguna otra experiencia…. 

María del Pilar Pagniez, más conocida en su ambiente como Pilu de 39 años, Porteña de nacimiento, actualmente viviendo en Rawson y criada allí desde la infancia, decoradora de interiores, packer y tripulante de cabina de pasajeros, el decir algún día voy a…. simplemente no fue una opción, y así fue como a comienzos del 2016, en Alta Gracia Córdoba hizo su primer salto bautismo (salto tándem) y aterrizo con la certera y total convicción que ese sería el comienzo, y el primero de muchos saltos más… 

Ese mismo año, no dudo un segundo en instalarse en AG. Cordoba, y sin pensarlo paso a vivir en un hangar rodeada de aviones, equipos de salto, paracaidistas y pilotos. Su trabajo se había convertido por turnos en lavar ropa en una lavandería, limpiar el club de paracaidismo, para así llegar de a poco cumplir con su objetivo de ser paracaidista. 

Paracaidismo Córdoba no solo fue, el lugar donde hizo su primer salto sino que allí encontró increíbles personas, profesionales y amistades, el club, se convirtió en su hogar, y en su trabajo casi a turno completo, lugar donde no solo vivía y trabajaba de aquello que más ama (Packer, plegando paracaídas) sino que ahí obtendría su más preciado tesoro, la licencia de paracaidista.

Para ella el paracaidismo es tener esa capacidad de vencer tus miedos una y otra vez, es como una experiencia casi inexplicable, un increíble coctel de adrenalina ansiedad y euforia, que se traducen en algo tan placentero y tan feliz, al punto de que esa sensación increíble se hace adictiva.

Si, y así como se lee: colgarse del avión, juntarse en el aire con amigos, sonreír a carcajadas a las cámaras o a la mirada cómplice de un amigo, hacer giros, despatarrarse, acomodarse saludarse, hacerse señas, y abrir un velamen, todo esto en tan sólo segundos o un minuto a unos 200K/H y a unos 2500/4000 mts del suelo, parece imposible e inalcanzable para muchos, pero tan real como cierto, para otros tantos afortunados que se animan a hacerlo. 

El paracaidismo por esto y más infunde respeto, y es definitivamente paradójico y contradictorio a lo que muchos piensan o se lee el paracaidismo, hoy en día es un deporte muy seguro, mucho más de lo que se cree, así también más cercano y accesible para practicarlo

En nuestro país como en el mundo entero el paracaidismo fue siempre un deporte de práctica más común para hombres que para mujeres, y hoy el número de mujeres paracaidistas ha ido creciendo cada vez más.

Ellos se desplazan del cielo a la tierra en caída libre a una velocidad aproximada de 200Km/h, practicando según el nivel o el interés del paracaidista, alguna de las diferentes modalidades de vuelo que existen, como por ejemplo: windsuit, trabajo relativo, tracking, free fly, free style, grandes formaciones entre otras, también hay diferentes variables de vuelo una vez que el canopy o velamen está abierto.

Es un deporte extremo si, y aunque parezca raro leerlo o que lo diga, es más seguro que andar en moto o en bicicleta por la ruta. Hasta me atrevo también a decir que hoy es más peligroso viajar en auto, tal es así, como este deporte ha ido creciendo en el mundo entero.

Con el paso del tiempo se han creado nuevas tecnologías, equipamiento de seguridad y el vuelo ha avanzando cada vez mas junto con nuevas disciplinas de manejo de velamen. Los practicantes son cada vez más jóvenes, y hasta incluso la edad para seguirlo practicando se extendió cada vez más, junto con el número de mujeres que lo practican.

Los túneles de viento y cámaras hacen que cada día se pueda ir perfeccionando, aprendiendo y superándose a uno mismo cada vez más, en cada salto ,y con mayor seguridad.

Hoy cerca de Chacabuco contamos con varias zonas de salto, e increibles profesionales. Y siempre con la idea de no en mucho tiempo mas, comenzar a hacer encuentros en nuestra ciudad, y asi darle la posibilidad a aquellos que quieran acercarse a conocer mas este tan lindo deporte.

(A esta nota la compartió con Chacabuquero, Roberto Olivera, quien forma parte de un grupo de vecinos que está organizando el primer encuentro de paracaidismo de Chacabuco en el Aero Club)

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