El Senado de la Nación rechazó por 38 votos a 31 el proyecto de despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo. De esta manera puso fin a un debate que había sido abierto por el propio gobierno de Mauricio Macri.
En la madrugada de este jueves se cerró una etapa en la fase legislativo, pero se mantuvo abierta una nueva grieta en la sociedad.
La discusión por la despenalización generó diferencias en todos los ámbitos, incluídos los partidos políticos tradicionales. Ni Cambiemos, ni el PJ o la UCR pudieron escapar a la puja interna. Esta división entre dos bandos persistirá más allá de lo que dijo el Congreso.
La precariedad del sistema de salud, la problemática de la adopción, la religión, la falta de educación sexual institucionalizada, las políticas sobre anticoncepción y los derechos de las mujeres quedaron expuestos a lo largo del tiempo que se mantuvo el debate. Y esas cuestiones no se solucionaron en el recinto.
Mientras tanto, la inflación no cesó, siguieron aumentando las tarifas de los servicios públicos, cayó el consumo, se mantiene la pobreza, persisten las dudas sobre el futuro del país y seguirán realizándose abortos clandestinos.
Un escenario semejante al del inicio de la discusión de la despenalización del aborto, pero que ahora quedó más expuesto.
Infografía: Perfil
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