viernes, 9 de diciembre de 2016

Aiola cumple un año como Intendente: balance


Víctor Aiola cumple un año al frente de la Municipalidad de Chacabuco.


El gobierno de Aiola representó la primera vez en 12 años que el Partido Justicialista o alguna de sus variantes no estuvo a cargo de la intendencia.

El propio Aiola se ha revelado como un líder seductor que apela a distintas maniobras para imponer sus posiciones y tratar de dejar fuera de escena a posibles opositores internos y externos. A veces, se muestra moderado y tolerante, y otras,  se resguarda en expresiones que descalifican al otro y hasta resultan chocantes. Esto lleva a que sus seguidores incondicionales, celebren sus actos, y sus detractores, lo critiquen.

Ahora, Aiola parece que está buscando una proyección regional y provincial, por lo que su desempeño al frente del Municipio de Chacabuco se constituye en una piedra fundamental para dicha finalidad.

En los primeros 365 días, la gestión de Aiola ha puesto énfasis en los  servicios públicos en la zona urbana y en la optimización de los recursos humanos municipales. Logró que muchos empleados volvieran a trabajar y otros se retiraran voluntariamente. También ha contado con el apoyo del gobierno de la provincia de Buenos Aires para ejecutar obra pública y del gobierno nacional para poder pagar sueldos y otros compromisos.


Las principales críticas para la gestión han llegado de la mano de la ayuda social, la atención en el Hospital Municipal, la cultura, el control de tránsito y la seguridad. En estas últimas áreas, el actual gobierno municipal no pudo prevenir siniestros viales y se han registrado gran número de fallecimientos por esta causa.

Todavía siguen causando revuelo el aumento de sueldo del orden del 74 por ciento que se otorgó el propio intendente, junto a sus funcionarios, y las vacaciones que se toman los miembros del gabinete.

En lo económico, no ha podido solucionar los problemas de financiamiento y continúa necesitando el apoyo del diputado provincial Marcelo Daletto.

A raíz de la gestión en servicios públicos, consiguió que muchos vecinos de la ciudad aceptaran pagar las tasas municipales. Sin embargo, en la zona rural no ha aumentado la cobrabilidad de las tasas por mantenimiento de la red vial. En el sector agropecuario se han escuchado quejas de que no ha habido mantenimiento de los caminos, aunque esto último podría cambiar para los tiempos de cosecha.

Otro punto claroscuro se da en la nocturnidad, donde parece no haber cambiado nada con respecto a anteriores gestiones. Continúan las quejas por el funcionarmiento de los boliches y se repiten casos de jóvenes intoxicados con alcohol u otros estimulantes.

En lo comunicacional, la gestión de Aiola ha ganado espacio en las redes sociales y cuenta con un equipo que le garantiza muchos eslóganes pegadizos. Lamentablemente, el Canal Municipal se muestra tan parcial como en los gobiernos justicialistas. No hay lugar para la oposición. No se cubren expresiones políticas que no sean las relacionadas con el gobierno. Eso sí, para el periodismo no hay demasiadas barreras y tanto el intendente como los funcionarios, no tienen problemas en brindar entrevistas o aportar información sobre diversos temas.

En la Justicia, si bien no es un área relacionada directamente con el gobierno municipal, no se han visto avances en las causas que en un principio se dijo que el gobiero de Aiola iba a denunciar sobre las anteriores gestiones. Este movimiento de tortuga también le juega a favor a Aiola, porque las causas iniciadas en su contra tampoco avanzan.

En el Concejo Deliberante, el año termina con una evaluación negativa para el oficialismo. Supo garantizarle a Aiola una mayoría que le permita aprobar los proyectos que necesita y rechazar aquellos que podrían ocasionarle un daño político. Sin embargo, desinteligencias del bloque de concejales y del propio presidente del Cuerpo, Jorge Muela, han llevado a la confrontación directa con la oposición y hasta a suspender sesiones porque no contaban con los votos necesarios para imponer su posición.

Ya ha comenzado el segundo año de gobierno de Víctor Aiola y posiblemente una reflexión crítica sobre lo ocurrido en sus 365 días, le ayude a trazar nuevas metas y a establecer una agenda que beneficie a todos lo chacabuquenses.

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