Gabriela Araya, puericultora universitaria, habla de los mitos sobre la lactancia materna.
Araya colabora con el servicio de Neonatología del Hospital Municipal.
Mito 1: "Es aquel que dice que las madres no tienen leche, o que su leche no sirve, que no alimenta al bebé, que es aguada o transparente, que no es buena. Entonces, el bebé no se prende bien al pecho y no sube de peso. El pediatra opta por el camino más sencillo que es indicar una leche maternizada".
Mito 2: "Las chicas delgadas piensan que porque sus pechos son chicos no van a tener mucha leche. El mensaje es que todas las mujeres del mundo pueden amamantar, no tiene nada que ver el tamaño de la mama".
Mito 3: "En los primeros momentos que siguen al nacimiento del bebé, de los pechos sale solamente calostro, en muy poca cantidad. Todos piensan que eso no es suficiente, pero el calostro tiene poco volumen pero mucha densidad. Contiene todo lo que un bebé necesita como inmunoglobulinas, vitaminas, protección para todas las infecciones propias de la invierno como las otitis, las bronquiolitis, las neumonías, las diarreas".
"El calostro puede presentarse de distintas maneras. A veces es amarillento, puede ser como una gota de agua. Depende del betacaroteno que tenga la madre.
Mito 4: Es común pensar que una mamá que está amamantando y queda embarazada, no tiene que seguir haciéndolo. Eso no es real. La madre puede seguir haciéndolo".
Mito 5: "Las mamás de Chacabuco se enfrentan con una mala técnica de amamantamiento. No hay una buena prendida del pecho. No tiene asesoramiento. El bebé se prende solamente del pezón y termina lastimándolo. Son heridas muy fuertes porque el bebé succiona con mucha fuerza. Pero esto es algo que se puede solucionar fácilmente. Solamente hace falta contar con la persona adecuada en el momento indicado".
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