sábado, 21 de abril de 2018

Beto César: "En el humor no hay que cruzar la línea del mal gusto"

Hoy se presenta en Chacabuco.


Beto César opinó que la delgada línea que nunca se tiene que pasar en el humor es el mal gusto. El conocido artista se presenta esta noche en el Teatro Italiano con una propuesta en la que se mezclan el humor, la danza y la magia.




El espectáculo es para toda la familia, según prometió el humorista.
Hace unos días, cuando vino a Chacabuco a promocionar el show, Beto César habló de la actualidad del mundo del humor y las polémicas sobre el acoso y el machismo sobre el escenario.
"Yo pertenezco a una generación de estilos totalmente diferentes al de nuestros antesesores de los teatros de revista -dijo-. Cuando los artistas como yo empezamos a trabajar, ya empezaba a desaparecer el teatro de revista. Incluyo a Gioia, a Nito Artaza porque hizo otro tipo de revista, Carlos Sánchez. Nosotros empezamos a transitar por otros lados. La mujer tenía importancia y nosotros, ante ella, sobre el escenario, perdíamos. Siempre la mujer tiene el remate, cobra una notoriedad acorde con los tiempos que corren. Igual, hablamos, reímos".
"Yo nombro a Natacha Jaitt o a Mirtha Legrand, y los escándalos -continuó-. Usamos eso pero creo que siempre hay una línea delgada que el humorista no debe pasar. Es el mal gusto. Se habla mucho de los piropos ahora. Pero hay piropos y agresiones o guaranguadas. No creo que una mujer se pueda ofender si se le dice: Se rajó el cielo y cayó un ángel. No creo que alguien se pueda tomar eso a mal o decir que se la está acosando a la mujer. Si se dice una barbaridad, desbandamos. No es un piropo, sino una agresión".
"Yo nunca transité esos caminos -afirmó Beto César-. No digo que quienes lo hicieron estuvieran mal. Me parece que era un momento donde no había tanta conciencia de un montón de cosas. No obstante, quiero aclarar que nos estamos acomodando. Pasamos del negro al claro más fuerte. Hay muchas suceptibilidades, de un lado y del otro. Cada cosa que decís, es tomada con una dimensión en la cual yo no me cuido nada, porque nunca fui parte ese lado. Nunca denosté a una mujer arriba del escenario, ni necesité hacer gracia con eso. Para mí no es un problema. Al contrario. Lo que sí creo que necesita la gente, es reirse. Hoy en día los argentinos hemos perdido la capacidad de reirnos de nosotros mismos. Todo nos enoja. De lo que tratamos con nuestro espectáculo es cambiarle el humor a la gente, por lo menos durante una hora y media".

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