lunes, 19 de junio de 2017

Docentes participan en la feria del libro carcelaria

Un grupo integrado por docentes y profesionales de nuestra ciudad participará por tercer año consecutivo en la Feria del Libro en Contexto de Encierro, que se desarrollará, entre el miércoles y el viernes próximos, en las tres unidades carcelarias de Junín.


Ruth Williams, docente e inspectora de Educación Secundaria, y Fabiana Cano, psicóloga social, que ya propusieron actividades en las anteriores ediciones de la feria, se sumarán este año al profesor de Historia, David Chiecchio, y a la profesora en Lengua y Literatura, Luciana Pérez.
Esta particular feria del libro es organizada por la extensión de la Escuela de Educación Secundaria Nº 8 Padre Mujica, que funciona en las unidades carcelarias 13, 16 y 49, de la vecina ciudad.
Este año habrá presentaciones de libros de autores de Junín y la zona, escritores brindarán charlas, se presentarán obras de teatro y los payamédicos realizarán su aporte.
Williams recordó que, en sus inicios, la feria sólo había propuesto leerle libros a los reclusos, pero con el paso del tiempo se desarrolló a tal punto que autores y editoriales de distintos lugares se comunican con los organizadores para participar y proponer distintas actividades.
Los chacabuquenses, presentarán un trabajo bajo la modalidad taller, titulado “Cárcel y exilio, en búsqueda de la libertad”.

–¿Qué van a hacer este año?
–Ampliaremos la participación a poder articular con otras personas, por eso sumamos a David, que es profesor de Historia, y s Luciana, que es profesora de Lengua, además de Fabiana Cano, que es psicóloga social. Desde la educación, queremos realizar una acción transformadora, con un trabajo colectivo y cooperativo. La propuesta es diferente y por eso la ampliamos. (Ruth Williams)

–¿Qué puede aportar desde su saber específico?
–Trabajamos en conjunto, uno con el otro, haciendo cada cual su aporte desde su disciplina más específica, desde la psicología social, de Ruth como directora, o el mío, desde la historia. Planteamos una propuesta que tiene que ver con la proyección de una narración oral. Se trata de un cuento que seleccionamos, de José Luis Gallego, que en algún momento estuvo en Chacabuco mostrando su arte. Es un cuento sencillo que está disponible a través de Youtube, en el que se abordan situaciones que todos atravesamos alguna vez en la vida. El cuento se llama “Y todo el mundo siguió viviendo como si nada hubiera sucedido” y habla de cuando atravesamos situaciones particulares y miramos como el resto sigue viviendo, mientras a nosotros esa posibilidad de seguir viviendo se nos es negada. A partir de eso, la idea es poder establecer una reflexión con lo que pasa tanto dentro de los muros, con los internos, como del otro lado de los muros, desde afuera. Ver qué posibilidades tenemos para establecer un diálogo concreto o ficticio entre el mundo exterior y el mundo interior, a través del relato, todo partiendo de la idea de que el relato es algo muy antiguo. Habrá proyecciones de imágenes de las figuras de la era de las cavernas, el relato como algo que viene desde hace mucho tiempo. Tal vez no a todos les han leído un cuento, no han tenido esa experiencia, pero la posibilidad de asistir a la narración de un cuento y de pensarlo, creemos y estamos convencidos de que es una experiencia reparadora. (David Chiecchio)

–¿Por qué continúan con este proyecto luego de tres años?
–Porque es un desafío constante. Creemos que la educación transforma más allá de los muros de la cárcel, del exilio, de la situación que vivimos en ese momento. Todos los años queremos proponer algo distinto, nos invitan todos los años. Me parece que el desafío es que siempre vamos por más. Este año incorporamos a estos nuevos compañeros con los que compartimos la tarea docente. Conservamos la esperanza de que una situación se puede cambiar. Vamos por el cambio de la situación de todos, de los otros y de nosotros. (R.W.)

–¿Cómo analizan la situación teniendo en cuenta el debate de la inseguridad y la cárcel?
–Son situaciones de la vida. No somos agentes juzgadores de situación sino agentes multiplicadores y transformadores de la realidad de la gente. Este es nuestro aporte, después, por distintas circunstancias, cada uno va tomando distintos rumbos en su vida. Nos ubicamos desde la propuesta de ver qué podemos cambiar de esto que nos sucede y no sostenernos en la postura de la queja, de la acción juzgadora, de señalar, pensamos en lo que le sucede al que está del otro lado. A lo mejor no lo vemos desde el contexto social, a todos nos suceden cosas y seguramente tiene que ver con la inseguridad y cuestiones que le pasan a cada uno, directa o indirectamente. Lo tomamos desde otro lado, de ver qué podemos aportar a esto que nos sucede, a este mundo inseguro. Trabajamos desde la prevención, desde lo que podemos hacer como educadores para que el adolescente no llegue a esa instancia. Me parece que la corresponsabilidad es importantísima, no nos podemos correr de esta verdad que nos sucede. Participando, actuando, siendo de otra manera, desde cada rol que tenemos, variado, la mirada articulada es lo que nos va a permitir hacer un trabajo mancomunado y conseguir más cosas. (R.W.)

–¿Qué piensan de los prejuicios que dicen que la cárcel forma delincuentes?
–La tarea de todo docente no es construir sobre prejuicios, si no construir juicios. Esto es, brindarle a nuestros alumnos y estudiantes diferentes herramientas para que ellos puedan realizar análisis que les permitan elaborar juicios y no prejuicios. Ahora bien, hay cuestiones del sentido común que coinciden con lo que la gente nos dice. Un ejemplo es que la cárcel forma delincuentes. Cambiarlos, los cambia, pero no siempre se corresponde con lo que estudiamos y lo que creemos con los prejuicios. Uno llega a ese lugar con la confianza de la gente que lo convocó y todos nos sentimos acompañados. Es algo serio, bien hecho, trabajado, realizado con muchísima responsabilidad y sin dejar absolutamente nada al azar más que lo que se tiene que dejar al azar como son las preguntas, las cosas que van surgiendo y el ida y vuelta. Tengo una gran expectativa, pero no del tipo de sentirlo como la posibilidad de que algo negativo pueda llegar a pasar, sino todo lo contrario. Es una expectativa de pensar que siempre es bueno ir del otro lado. En un mundo tan dividido, es como decir que los cristianos hablan con los musulmanes. Nosotros hablamos con los que están del otro lado. Si quienes podemos y tenemos este rol de responsabilidad no vamos al otro lado y vemos y tratamos de hacer algo que repare, lo roto está roto. Todos coincidimos en las cosas que se viven, en las cosas que suceden cotidianamente. Negarlas es casi una tontería. Ahora bien, no tenemos un diagnóstico de lo que tenemos que hacer. Cada uno de nosotros puede hacer estas cosas, dejarlas pasar o desaprovecharlas por un temor, una inseguridad, me parece un pecado. (D. C.)
(Nota de Cristian Otegui aparecida en la edición del 18 de junio del Diario De Hoy de Chacabuco)

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