En el Día del Padre, cabe recordar a Urquiza y su familia.
Urquiza es el nombre de una corta avenida de la ciudad de Chacabuco pero la historia del general es bastante larga.
Urquiza nació el 18 de octubre de 1801 en la estancia El Talar del Arroyo Largo, en la provincia de Entre Ríos, que en ese momento formaba parte de la Intendencia de Buenos Aires, en el Virreinato del Río de la Plata (actual Argentina).
Murió asesinado el 11 de abril de 1870 en su residencia, el Palacio San José, ubicado también en la provincia de Entre Ríos, cerca de la actual Concepción del Uruguay.
La hija mayor reconocida de Justo José de Urquiza fue María de la Concepción de Urquiza Díaz, nacida el 8 de diciembre de 1820. Cuando su padre falleció, ella tenía 49 años.
La hija menor de Urquiza, Teresa, tenía tres años cuando su padre murió.
Los hijos reconocidos por Urquiza fueron procreados con varias mujeres, incluyendo a su esposa legítima, Dolores Costa, con quien tuvo 11 hijos, y otras parejas con las que mantuvo vínculos antes y durante su matrimonio. Esta prolífica familia es un testimonio de la vida personal del caudillo y de las costumbres de la época.
Waldino de Urquiza
La educación de sus hijos fue una prioridad para Urquiza, especialmente para los varones. Se sabe que algunos de ellos fueron enviados a estudiar a Buenos Aires, al prestigioso Colegio San Carlos, donde el propio general había cursado. Entre ellos, José Diógenes se destacó al convertirse en abogado y continuar sus estudios en Río de Janeiro. Otros, como Waldino y Pedro Teófilo, siguieron carreras militares, mientras que José Francisco también optó por la abogacía. Para sus hijas, Urquiza aseguró una educación que incluía clases de música, idiomas y pintura, reflejando su interés por una formación integral para toda su descendencia.
La vida de los hijos de Urquiza estuvo inevitablemente marcada por la figura paterna y los turbulentos eventos políticos de la época. Algunos de ellos tuvieron destinos trágicos; por ejemplo, Waldino Urquiza fue asesinado el mismo día que su padre, un evento que subraya la violenta realidad política de la Argentina decimonónica.
A pesar de los desafíos y las intrigas políticas que rodearon a la familia, muchos de los hijos de Urquiza lograron forjar sus propios caminos, aunque siempre con el peso y la influencia del apellido de uno de los próceres más importantes de la Confederación Argentina.
El mito de una descendencia aún mayor, con cifras que superan el centenar de hijos, ha perdurado a lo largo del tiempo, si bien no hay confirmación histórica de tales números. Sin embargo, los 23 hijos reconocidos oficialmente ya constituyen una familia numerosa y diversa, cuyos descendientes continúan contribuyendo a la sociedad argentina hasta el día de hoy.
Justo José y Dolores, cuando se conocieron
Volviendo a la esposa legítima de Justo José de Urquiza, Facunda Dolores Costa Brizuela de Urquiza, nació en Buenos Aires, Argentina, el 27 de noviembre de 1831, y falleció también en Buenos Aires el 8 de noviembre de 1896. Era hija de Cayetano Costa y Micaela Brizuela.
Dolores Costa conoció a Urquiza en una fiesta en Gualeguaychú. Había 30 años de diferencia entre ambos.
Dolores, 11 hijos después
Aunque convivían de hecho desde aproximadamente 1851, Dolores y Justo José contrajeron matrimonio el 12 de octubre de 1855 en el Oratorio de San José. Esta ceremonia fue revalidada diez años después, el 23 de abril de 1865, debido a que el primer matrimonio no se había inscripto en ningún libro parroquial.
Dolores se desempeñó como Primera Dama de la Confederación Argentina entre 1854 y 1860, durante la presidencia de su esposo.
Tras el asesinato de Urquiza en 1870, Dolores Costa asumió un papel importante en la administración de los bienes y asuntos familiares, y se le reconoce haber trabajado para llevar a la justicia al autor intelectual del asesinato de su esposo, Ricardo López Jordán (hijo).
López Jordán era un caudillo entrerriano, sobrino de Urquiza, y había sido un aliado cercano del General. Sin embargo, con el tiempo se distanciaron debido a las políticas de Urquiza, especialmente su acercamiento con el gobierno de Buenos Aires y Sarmiento, lo que fue percibido por López Jordán como una traición a los principios del federalismo y a la autonomía de Entre Ríos.
López Jordán fue el ideólogo de la conspiración que culminó en el asesinato de Urquiza en el Palacio San José el 11 de abril de 1870.
Muchos años después, el 22 de junio de 1889, López Jordán fue asesinado en una calle de la Ciudad de Buenos Aires por el joven Aurelio Casas, a quien le habían dicho que López Jordán había ordenado asesinar a su padre, el capitán Zenón Casas, que en realidad había sido muerto por orden del comandante uruguayo Cornelio Oviedo en mayo de 1873.
Luego, la familia de Urquiza obsequió 35.000 pesos a la esposa de Aurelio Casas. En el nombre del Padre.
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