viernes, 14 de octubre de 2016

Acoso sexual de mayores a menores en Chacabuco


El grooming es un término de la lengua inglesa que significa “acicalar” en español. Es un término que se utiliza para hacer referencia a todas las conductas o acciones que realiza un adulto para ganarse la confianza de un menor de edad, con el objetivo de obtener beneficios sexuales. La expresión se ha vuelto muy común en los últimos años y la práctica también porque se lleva a cabo a través de servicios de chat o redes sociales.



Martha Hortman, quien se dedica a investigar sobre temas de violencia de género en Chacabuco, compartió con chacabuquero la siguiente nota que se refiere al "grooming":

Violencia, factor que permite verbalizar dichas tras el análisis de las huellas de los anales de nuestra historia humana… indicios de un mal que transcurre simultáneamente como un problema que aparenta  entre lo evidente y el incontestable, en medio de una diversidad de formas y camuflajes que urgen, se naturalizan, mutan, desaparecen para volver a aparecer… ¿Cuál es el final, el objetivo? ¿Es la perversión parte de la naturaleza humana o una realidad inminente, tan propia en tanto próxima y lejana a la vez?
Infórmese usted del “Grooming", término que deriva de la palabra inglesa “groom”, cuyos conceptos englobados intentan dar con una problemática que se relaciona con  la seguridad de los menores en Internet cuya consistencia gira en torno a las acciones deliberadas realizadas  por parte de un adulto de cara a establecer lazos de amistad con un niño o niña en Internet, con el objetivo de obtener una satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o pornográficas del menor o incluso como preparación para un encuentro sexual
Puede entenderse esto como  otra forma de ejercer la violencia, con el agregado quizás de que sucede en un mundo paralelo, ajeno a la cotidianeidad que transcurren muchos adultos y donde otros, en detrimento de estos y de la inocencia de los niños, llevan a cabo sus lúgubres deseos…
A colación, me parece correcto hacer mención de lo que respecta a la violencia ejercida particularmente sobre las mujeres. En algunos de los últimos congresos a los que tuve la posibilidad de asistir, las recomendaciones para aquellos que pretenden y bregan por cambios legislativos para poder encontrar una solución más acorde a la problemática se encuentran algunas como: la necesidad de enmendar leyes obsoletas que se refieran a las mujeres en términos paternalistas ( por ejemplo, el lenguaje colonial de la “castidad”), reconocer la autonomía corporal de las mujeres y el derecho a la autodeterminación, equilibrar los derechos de todas las personas a la privacidad, a la libertad de expresión y a la vida libre de violencia y acoso en las normas constitucionales y en las leyes civiles y penales, entre otras recomendaciones. Si unimos las problemáticas,  y resaltamos el hecho de que quizás la tecnología pueda ser un lugar con el que el mundo adulto, en términos más o menos amplios, no esté tan familiarizado, cabe preguntarnos ¿cómo puede ese sector de adultos iniciar una entrometida hacia su ímpetu de querer estar más en “contacto” con sus hijos cuando a priori juegan con desventaja cultural en términos cronológicos? pero más aún... ¿ Cómo pueden resolver los problemas de sus hijos cuando todavía los padres no han podido generar una relación próspera y equitativa en lo que respecta a sus roles, legitimidad y autonomía ?( cabe repreguntarse lo mismo con respecto a las relaciones en la sociedad en general)
Alzo la voz y mis letras para pedir por una toma de conciencia y aporto, además de estas palabras, una cita textual de un autor que aprecio…“(…) el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo”, escribió Eduardo Galeano.

NI UNA MENOS. Marta Hortman

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