El muchacho había sido recogido en su casa por una ambulancia, porque la madre observó que se comportaba de manera violenta. Había sido llevado al domicilio por sus amigos, desde un local del corredor nocturno.
Cuando en la guardia le quisieron inyectar un calmante y en un marcado estado de exitación, comenzó a forcejear con un policía y terminó rompiendo un vidrio de la puerta del servicio.
Posteriormente fue conducido a la comisaría, donde tras varias horas se calmó.
Nota anterior: Vuelven a encontrar excremento de clases y no ha clases en los colegios secundarios
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