Se cumplen 40 años del último golpe de Estado cívico - militar registrado en la República Argentina.
Cuatro décadas después del inicio de unas etapas más sangrientas de la historia mundial, todavía no se han cerrado las heridas abiertas. Hay juicios en curso contra personas acusadas de haber ejercido distintos tipos de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, hay niños apropiados que no han recuperado la identidad, hay miles de personas que continúan desaparecidas y todavía se continúan escuchando justificaciones para la salida fortuita del orden democrático.
No obstante, algo ha cambiado en Argentina. A lo largo de 40 años, se ha logrado mantener el recuerdo y la vigencia de los reclamos de la sociedad. Que hoy un presidente norteamericano, cuyo Estado apoyo de una u otra manera a las juntas militares en su apogeo, y un Papa estén dispuestos a aportar información que hasta ahora era secreta, hablan del éxito que han tenido las distintas campañas internacionales referidas al tema.
La continuidad de la vida democrática, con sus vaivenes, también dan cuenta de los lejos que han quedado aquellos tiempos en los que se apelaba a la fuerza para tratar de cambiar a una sociedad. Pero la convivencia y la tolerancia son valores que se deben construir todos los días, y de ahí que 40 años después, la frase "nunca más" siga teniendo sentido.
Nota anterior: Farmacia de turno y clima para este jueves.
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