El acuerdo fue firmado entre la empresa y la mayor parte del los empleados, incluídos los delegados de apellido Palazzo, con la mediación de la subdelegación del Ministerio de Trabajo bonaerense en Chacabuco.
Los dos delegados aceptaron renunciar a sus fueros sindicales.
El despido de los dos empleados que originó el conflicto pasó de ser "con justa causa" a "injustificado". Uno de los dos continuará litigando ante la Justicia por los perjuicios sufridos.
Los otros despedidos definitivamente son empleados que continuaron con el paro.
El único que no firmó el convenio propuesto fue el delegado Martín Olivetto, quien intentará que la Justicia le permita ingresar a la fábrica.
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