lunes, 5 de enero de 2015

Payamédica de Chacabuco quiere tener compañeros


Juliana Gotta es nutricionista y está promoviendo un curso de formación de payamédicos, que se desarrollará entre el 2 y el 13 de febrero en la Escuela de Actividades Culturales.
Las clases serán dictada por dos médicos de la Capital Federal, especialistas en salud emocional, que se llaman Lucas Bruno y Mercedes Bertuzzi.

Juliana Gotta, en el centro de este trío, como Helenita Mielocito
“Hice el curso en 2013 y durante el año pasado hice lo que se llama payantía. El curso tiene distintas etapas; primero, tres meses de formación teatral de payaso, y luego un mes más de payamedicina teórica. Después se hace la payantía, que es una pasantía dentro del hospital. Una vez concluido esto, al cabo de seis meses, uno se recibe de payamédico. En el caso de Chacabuco, como los profesores vienen de afuera, el curso es intensivo y dura once días”, comenta Juliana y agrega que su nombre de fantasía es Helenita Mielocito.
“No es necesario ser médico –explica–, el único requisito es tener el secundario completo. Si bien cualquiera puede hacer el curso, para ingresar al hospital hay que ser mayor de 18 años por una cuestión de seguridad”.
“Lo que hace el payamédico es contribuir a la salud emocional del paciente que está en una situación de internación en un hospital. También con las personas que van un solo día a los consultorios externos o con los acompañantes de las personas que están mucho tiempo internadas y con el personal. A través de herramientas teatrales aborda la salud, produciendo más salud. Se considera que por más que se esté internado por una enfermedad, la persona conserva partes sanas que el payamédico rescata para seguir produciendo más salud desde ahí”.
“Uno de los contenidos que se dan en la parte teórica es la bioseguridad –agrega Juliana–; se habla desde el lavado de manos, hasta medidas de seguridad durante las intervenciones. Además, nuestra actividad en el hospital se divide en cuatro tiempos. El primero es llegar al lugar y tener acceso a la historia clínica; se llama el pase. Es cuando conocemos por qué la persona está ahí, cuál es su historia, si está acompañado o si está solo. Son cuestiones a tener en cuenta por la seguridad de todos. Una vez que se hace el pase, nos cambiamos a payamédicos y se da la intervención en la habitación. Una vez que terminamos eso empieza el tercer tiempo, que es un balance entre todos los compañeros de lo que se vio, se hizo y con quién se trabajó. Se escriben las historias del día. El cuarto tiempo se divide en actualizaciones que vamos haciendo, las mandan los directores. Un día al mes viene una persona externa al hospital que va supervisando las situaciones que fueron críticas. Se trata de desglosarlas para seguir produciendo desde ahí”.

–¿El payamédico forma parte del plantel del hospital?
–Sí; se pide autorización. En Chacabuco ya hablé con Marcos Merlo (director del Hospital Municipal), que está esperando a los payamédicos. Estoy muy agradecida porque abrieron las puertas a este otro tipo de abordaje de la salud que no es tan común y que consideramos que es importante para la mejoría del paciente.

–A pesar de ser intensivo, ¿el curso tendrá una parte práctica?
–Los últimos cuatro días se irá al hospital. Van a venir payamédicos de la Capital Federal que se van a quedar para acompañar al primer grupo de Chacabuco. Si se hace otro curso de formación, los payamédicos de Chacabuco acompañarán a los nuevos.
Para mayores informes, los interesados pueden comunicarse con el correo electrónico de Juliana Gotta, mercedes@payamédicos.org, o visitar el perfil de facebook de Mechi Bertuzzi.

(Nota de Cristian Otegui publicada en la edición del domingo del diario De Hoy de Chacabuco)


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