martes, 8 de enero de 2019

Los pájaros olorosos del centro se podrían duplicar en las próximas semanas

Datos de un especialista en ornitología sobre el estornino.


Los estorninos, esas aves  que en bandada, a diario, dibujan diversas formas en el cielo de Chacabuco, siguen siendo una molestia para parte del centro comercial de la ciudad. Esto podría empeorar en los próximos meses, porque el número podría duplicarse.




Cabe recordar que hace un año la Municipalidad debió retirar árboles del frente de la Escuela Primaria Nº1 y podar otros para lograr que los pájaros dejaran de pasar la noche sobre la vereda del establecimiento educativo, llenando de excrementos todo el lugar.

Ahora son los comerciantes de San Martín y Primera Junta los que están sufriendo la presencia de los pájaros.
Camilo Salussoglia, especialista en ornitología, además de periodista, habló sobre estos pájaros, su llegada a Argentina y su futuro.
“El estornino pinto, o sturnus vulgaris es un ave que mide entre 18 y 20 centímetros, de cola no demasiado larga, pico largo y potente amarillo, plumaje negro parduzco con algún tornasol, patas rojizas -dijo Salussoglia-. Tiene un canto agradable al oído. Tiene la capacidad de imitar el canto de otros pájaros como la calandria”.
“Son originarios de Eurasia -agregó-. En Argentina aparecieron hace 25 años, aproximadamente, en libertad. En realidad, mucho antes ya se traían en el marco del auge de la importación de aves exóticas que se dio entre finales de la década del 60 y principios de la década del 70. Esto también ocurrió con el mirlo maina, el mirlo ojo de huevo, ruiseñor de Japón. Hay gente que opina que el primer lugar donde se avistaron los estorninos en libertad fue en Bernal, en el sur del Gran Buenos Aires. En mi caso, junto a otras personas vinculadas al ámbito de ornitología, los vi por primera vez en lo que era el regimiento de Villa Martelli, hoy Tecnópolis, en Vicente López. Ahí se vieron las primeras parejas. Luego se fueron convirtiendo en pequeñas bandadas”.
Según Salussoglia, puede que hayan sido liberados por error por funcionarios de Fauna que los encontraron en cautiverio, sin que tuvieran consciencia de lo que estaban haciendo.
“En Chacabuco, se avistó por primera vez una pareja, en el sector oeste de la ciudad, que volaba entre el predio que ocupaba la cancha de Porteño, y la Agrupación Atlética -continuó-. El primer nido detectado estaba en un hueco formado en un paraíso, en la cancha de Porteño, sobre la calle Larrea”.

Colonizadores. “Ahora, ha colonizado prácticamente toda la provincia de Buenos Aires, excepto las ciudades que están muy al sur -informó-. También se está expandiendo al sur de Santa Fe y de Córdoba.  El tema está en que estas aves son terriblemente colonizadoras y no tienen depredadores naturales, dado que en esta zona no hay tantas aves rapaces y las existentes como los chimangos o los caranchos, se dedican a las palomas porque son presas más fáciles de cazar”.
“El estornino tiene una gran capacidad reproductiva -agregó Salussoglia-. Las hembras pueden poner hasta 7 huevos por nidada. Hay que tener en cuenta que hacen 3 nidadas por temporada. Comienzan nidificación a fines de septiembre y las más tardías terminan en febrero. A los 15 días de haber sido puesto el huevo, nacen los pichones. En un lapso de entre 25 y 30 días están en condiciones de salir del nido, pero el período para independizarse es un poco más largo”.
“La particularidad que se ve en Chacabuco, de que las bandadas vienen a dormir a la plaza San Martín, es porque los depredadores se acercan menos a las zonas donde hay gente -continuó-. Las palomas hacen lo mismo. Le tienen respeto al humano, pero aprovechan su presencia para estar seguros”.
“Las distintas figuras que forman en el cielo mientras vuelan, son realizadas para confundir en caso de ser atacados -prosiguió-. Es un elemento defensivo. Aunque no estén siendo atacadas, lo hacen por instinto”.

Mal olor. “El problema del olor que tiene el excremento, viene de la mano de que estas aves se alimentan de lo que encuentran -dijo-. Son omnívoras: comen granos, insectos, frutas, brotes. De allí que tengan tanta capacidad para reproducirse. Además, están provocando un grave problema entre la fauna autóctona, dado que ocupan lugares que antes correspondian a otros pájaros. Por ejemplo, hacen los nidos en los huecos que antes usaban los gorriones. Los jilgueros son los pájaros con los que menos se meten porque son muy irascibles. También hacen el nido en las casas de horneros, o aprovechan los nidos de las cotorras”.
“En marzo se podría duplicar la cantidad de estorninos que vemos en la plaza porque en esta época solamente pernoctan en ese tipo de lugares los machos -alertó-. Las hembras se quedan incubando o criando los pichones en el nido”.
“Son incontrolables tanto porque no hay suficientes depredadores naturales como porque se alimentan de cualquier cosa -reconoció Salussoglia-. Una forma de controlarlos sería colocar algún tipo de inhibidor de fertilidad en el alimento, una castración química. Pero como comen de todo, es muy difícil. Hay países como Estados Unidos que ya están experimentando grandes problemas y no le encuentran la vuelta al control. En el centro de la ciudad de Roma hay 5 millones de estorninos. Les ensucian los monumentos históricos”.

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