Juan Carlos María Garello reconoce que, junto a un grupo de integrantes de diferentes agrupaciones, analiza la posibilidad de participar en las próximas elecciones. Sin embargo, el ex diputado, apodado Ronny, aclaró que por el momento no va a realizar un lanzamiento de su candidatura a intendente dentro del Frente para la Victoria.
Si bien dice respetar a Mauricio Barrientos como persona, considera que a su gestión le falta “sal y pimienta”. Según explica, la metáfora hace referencia a la ausencia de un ritmo distinto para afrontar la actual situación.
Por otro lado, considera que dentro del partido de gobierno, a escala local, “el monopolio de la razón no puede ser de tres personas”. De hecho, opina que una de la razones por las cuales se buscan alternativas electorales es que algunos integrantes de agrupaciones, como el Movimiento Evita, fueron dejados de lado a la hora de armar las listas para las últimas elecciones, en 2013.
En la actualidad, Garello continúa desempeñándose como referente local de Kolina, la agrupación de la ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner. Desde allí apoya las políticas del gobierno nacional. También desarrolla tareas en el ámbito rural.
–La noticia de su posible candidatura causó sorpresa entre los vecinos, ¿es verdad?
–La sorpresa de algunos vecinos fue prácticamente la mía.
–¿Por qué?
–Porque si bien cada agrupación en algún momento empieza a trabajar en estos temas, sobre todo cuando empiezan las campañas electorales, lo que no estaba previsto era que esto saliera como noticia de anuncio de una candidatura, a pesar de que se está hablando. Ahora que se publicó no puedo decir que no se está hablando. Se mantenía en la intimidad de los compañeros, lo que no había que hacer era sacarlo a la luz pública porque una cuestión como esta, de tantísima importancia, tiene que evaluarse bien antes de ser anunciada públicamente. Sí hay compañeros que creen que yo podría estar en condiciones de asumir esa responsabilidad y yo también considero que puedo asumirla, pero hay que evaluar un montón de cosas más que no tienen que ver únicamente con animarse. Esto no es una peña, no es una aventura, es una cuestión de mucha responsabilidad de la que uno tiene que estar convencido de que puede hacerse con la seriedad que requiere.
–¿En qué contexto creen sus compañeros que usted puede presentarse como candidato a intendente?
–Nosotros tenemos una corriente política que se llama Kolina, que no está solamente en Chacabuco. Kolina tiene una estructura a nivel nacional, provincial y regional. Esa es otra de las cosas a evaluar, porque no hemos definido cuál es el rol que va a desempeñar Kolina en la instancia de las elecciones y la campaña. En la medida de lo posible, no queremos desentonar con las directivas y opiniones generales de esta corriente. No es solamente la nuestra, hay otras agrupaciones políticas que están conversando de estos temas. Hemos tenido conversaciones formales con compañeros de otras agrupaciones, como el Movimiento Evita y La Cámpora. Está el contexto de Unidos y Organizados, de manera que esto no es salir por capricho sin tener el mínimo consenso entre las agrupaciones que vienen trabajando. Con igual derecho pueden decir nosotros queremos participar y que el candidato sea nuestro. Hay que conversarlo, todavía falta. Afortunadamente no nos apura absolutamente nada. Hay que evaluar mucho el tema y estudiarlo. He sido cuatro años concejal y ocho diputado y sé que a estas cuestiones hay que analizarlas con seriedad. Hay que manejarse con presupuestos, cualquier persona que quiera lanzar una candidatura no puede hacerlo sin conocer el presupuesto municipal, en qué se invierte la plata, ahí creo yo que está la diferencia. ¿Por qué cambiar de intendente? La plata va a ser la misma para Juan o para Pedro, el tema está en trabajar en la elaboración del programa y fijar prioridades. Algunos le darán prioridad a un tema y otros, a otro, a la austeridad y al control para ahorrar plata. El presupuesto es la base de la conducción de un gobierno, la gestión de un gobierno. A esto no hay que tomarlo a la ligera sino con la debida responsabilidad. Esto no se puede hacer solo, no es cuestión de una cara, de un nombre, es cuestión de un equipo que quiera trabajar, de gente que realmente esté decidida y definida a abandonar un montón de cosas de su vida privada. A la gestión de gobierno hay que dedicarle todas las horas del día y de la noche. Muchos compañeros me dicen metele, y yo les respondo paren, vamos a ver de qué manera se puede hacer, si es que lo hacemos. Hay que ver con qué fuerza se cuenta, para llegar al gobierno hay que ganar la elección, y después hay que hacer una buena gestión.
–En la presentación de Kolina se vio cierto respaldo a la gestión de Mauricio Barrientos, ¿qué cambió?
–Yo no estoy en condiciones, no lo querría hacer ni es el momento de hacerlo, de transformarme de amigo en enemigo. Mauricio Barrientos es una excelente persona, a la que respeto absolutamente y respeto desde hace muchos años. El gobierno que está conduciendo tiene el apoyo nuestro, lo tuvo, lo tiene y lo tendrá hasta que finalice el mandato. ¿Por qué cambiar al intendente? No es solamente el caso de Mauricio. ¿Por qué se cambia desde adentro, desde la interna? Es lógico que la oposición quiera cambiar la orientación del gobierno. Aparte de haber variantes, hay tónicas que se le dan a los distintos gobierno y gestiones, aún dentro. Con todo el respeto que me merece Mauricio, digo que a este gobierno le falta sal y pimienta. A todo lo bueno que se está haciendo, a lo regular y lo que falta, yo diría que la diferencia entre el gobierno de Mauricio y el que nosotros haríamos, es que le falta sal y pimienta.
–¿A qué se refiere con sal y pimienta?
–A meterle otro ritmo, otra dinámica. Yo comprendo que estamos trabajando en el gobierno municipal en un contexto de un país y un mundo en crisis, es una crisis que afectó a todos, desde los países desarrollados a los emergentes. En ese contexto no puede haber ningún municipio que pueda sobresalir haciendo una gestión como si fuera una isla. A las crisis a la larga o a la corta la sufren todos. Tal vez no estemos aprovechando las ventajas estratégicas que tenemos al vivir en lugares como el nuestro. Es más natural que un municipio se desarrolle con problemas en pleno desierto que nosotros. Podríamos estar un poco mejor con algunas cuantas medidas que podrían tomarse y que podrían mejorar la situación, sin depender tanto de los vaivenes económicos de la política nacional.
–Habla de internas y en el PJ y el Frente para la Victoria son más bien raras las contiendas electorales para definir a los candidatos, ¿cómo ve la situación?
–Tal vez en la próxima etapa cambie eso, de eso se trata. El monopolio de la razón no puede ser de tres compañeros, no existe el monopolio de la razón y la verdad, de manera que todas estas cuestiones que comienzan a surgir como alternativas internas tienen que ver con, en cierta forma, un proceso de democratización dentro del Frente para la Victoria. De codos modos, en cualquier partido la lógica indica que si se puede evitar la pelea, se evita, a esto lo comparten los radicales, los comunistas, los socialistas. Si la podemos evitar y nos ponemos de acuerdo, la evitamos. No deja de ser un conflicto la pelea interna cuando se va de madre, cuando se sale de la huella y se empieza a orientar hacia la agresión o la afrenta personal. Eso no tiene arreglo después de la interna, es muy probable que eso perjudique el resultado en la general. Sí se puede conversar y acordar políticas, a veces se hacen listas comunes, únicas y el proceso interno es una formalidad. Si no se llega a esos acuerdos, tenemos el instrumento de las elecciones primarias.
–¿En las últimas elecciones hubo agrupaciones como el movimiento Evita que aportaron votos y militantes y luego fueron dejados de lado en la boleta?
–Ese es el problema cuando digo que no existe el monopolio de la verdad y de la razón, como tampoco debería existir el monopolio de los cargos políticos y de las responsabilidades políticas cuando todos estamos aportando a la victoria de determinada corriente política o lista. Eso es lo que hubiera evitado una confrontación, si es que se da el día de mañana. Si acá hay agrupaciones que han aportado, incluso haciendo actos, haciendo un esfuerzo terrible para convencer a la gente de que esta es la mejor alternativa, también es cierto que a la hora de distribuir las responsabilidades de la gestión esos sectores que aportan movilización, bombo, banderas, convencimiento, trabajo social en la calle, también tienen que estar representados. Hay compañeros que ya no quieren estar para aplaudir solamente o pegar carteles, hay compañeros con muchísima capacidad que pueden desarrollar un trabajo importante, que tienen experiencias previas, porque ya han estado en el gobierno, que saben cómo se ejecuta un plan de gobierno, que hay que controlar porque si no controlás, sonaste. Eso no se vio representado en las listas de la última elección y pudo haber sido un detonante para que más de un compañero crea que esta vez hay que jugársela solo.
(Entrevista realizada por Cristian Otegui que se publicó el domingo 21 de septiembre en el Diario De Hoy de Chacabuco)
Nota anterior: Farmacia de Turno y Clima para este martes
No hay comentarios:
Publicar un comentario